DESENTRAMPAR
LA DEMOCRACIA
Desentrampar
la democracia es una responsabilidad de la ciudadanía, que es quien decide y
tiene que hacer frente a la dictadura de Nicolás Maduro y al partido político en armas de Padrino López para acometer acciones
previstas en la Constitución, como son la protesta,
la resistencia civil y, de ser
necesario, la rebelión ciudadana. El ambiente político real que vive el
sistema político venezolano coloca a que la ciudadanía en el primer espacio del
sistema reordene lo que no pudo hacer la tríada constituida por los 112 Diputados,
la Asamblea Nacional y la MUD como consecuencia de su inconsistencia en el
accionar político más el desconocimiento
del ambiente político real, debido a sus
luchas personales mezquinas por candidaturas que la barbarie de Nicolás Maduro
trata de contener.
Desentrampar la democracia significa
activar el sistema político desde el primer espacio para que el ciudadano que
decide en democracia reemplace con su acción política a un grupo de operadores
políticos que por ineptos o acobardados, no logaron el cambio político categórico solicitado por casi ocho millones de
demócratas el 6D de 2015. Desentrampar la democracia significa que la masa societal
es y será responsable como actor privilegiado ante la historia, para señalar
que no tolera más el régimen del partido
político en armas que instrumenta Padrino López para Maduro, asistido por
una cúpula militar claudicante que no
podrá imponer su dominación sobre el gen
democrático de los venezolanos.
El gen democrático versus el proceso
de dominación de la barbarie chavista es lo que muestra hoy el ambiente
político real, donde se dibuja la incompetencia de los partidos políticos del
siglo XX y los nuevos partidos del siglo XXI. El ciudadano activando su gen democrático, sin usar la violencia,
pero empleando la protesta, la resistencia civil y la rebelión marcará un hito
en la historia para el establecimiento de un nuevo orden social. Es entonces, desde el primer espacio del
sistema político, en el cual una
ciudadanía virtuosa convencida de los valores de la democracia, se enfrentará
al grotesco militarismo y a la desgraciada militarización de la política y de
la sociedad impuesta por un régimen autocrático y cobarde que se ancla en las
bocas de fuego para consolidar una regresión
política.
Regresión
política inhumana y
perversa que ha llegado a generar variaciones sociales cualitativas y
cuantitativas, peligrosos desequilibrios sociales y económicos pero, sobre todo,
una ausencia total de ética y ética política. Esta regresión política que hoy
sufrimos muestra patologías psicológicas y sociales tales como la imposición de
pasiones políticas, la invasión de un lenguaje grotesco y primitivo, la siembra
del lenguaje del chavismo más el lenguaje escatológico y hasta la ofensa
personal y social de quienes en posición de gobierno se atreven ofender al
cuerpo social. ¿Quién reparará el proceso despoblacional, lo grandes niveles de
hambre, pobreza y descuido en la salud de la sociedad venezolana?
El cuerpo social somos los
ciudadanos del primer espacio del sistema político que, convencidos de la
incapacidad de la tríada 112 Diputados-Asamblea Nacional-MUD, entiende su papel
histórico como venezolanos y aceptó el reto de convertirse en poder ante la
falta de responsabilidad y seriedad de quienes debieron hacerlo como operadores
políticos. El cuerpo social como ciudadanía organizada accionará políticamemte para
recuperar un nuevo equilibrio de participación política que agrupe a todos los
demócratas, liderazgo social e instituciones comprometidas con la política para
colocar en tiempo y espacio privilegiado a hombres y mujeres con cultura
democrática y una nueva democracia.
Hombre y mujeres, jóvenes y adultos,
que ya no soportan más el maltrato, el
vejamen y la violación permanente y perversa de quienes han asaltado el poder,
quienes maniobran y hacen maromas con soporte del cuerpo militarista, sin
entender la magnitud de la ofensa que producen sobre el cuerpo social. En consecuencia,
la mejor respuesta ha sido imposibilitar de un supuesto acompañamiento o
diálogo maromero, en el cual se refleja la decisión ciudadana, además de coraje
y convicción ética de los ciudadanos quienes desprecian al extremo al régimen
militarista y al partido político en
armas.
Hombres y mujeres son el cuerpo
social lleno de energía política, consciente del momento histórico y dispuesto
a revalorar el concepto de democracia. Democracia que se entiende como la
restitución de la política por vía de un camino pacífico que construye, que participará
un hecho electoral desentrampado, como lo está la sociedad en un ambiente
político real explosivo que ronda… la explosión social. El cuerpo social de la
Venezuela del siglo XXI tiene claro en su imaginario político que no se puede
aceptar lo que se denomina el imaginario
político real de un grupo de acomplejados marxistoides, que siguiendo las
ideas de la década del 70, asumen la posición perversa de mancillar a la
ciudadanía del cuerpo social venezolano.
Este cuerpo social frente al momento
histórico ha decidido la vía excelsa del siglo XXI de la participación política
contendiente para operar distante al simplismo del partidismo y cercano al compromiso
ético, para lograr como grupo contener a los bárbaros que amedrentan, contienen
y desvían a la mayoría democrática venezolana. El cuerpo social, es decir los
ciudadanos que deciden, será capaz de desentrampar con su participación el ambiente político real mediante la
protesta, la resistencia civil y la rebelión que conducirá inequívocamente a la
reinstalación de la democracia y al establecimiento de un nuevo orden social.
Es
original,
Dr. José
Machillanda
Director de
CEPPRO
@JMachillandaP
Caracas, 31 de
enero de 2017
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